Este
post me ha tomado bastante tiempo hacerla por diferentes motivos que espero explicar en un próximo post,
pero hoy les quiero hablar de mi hija, así que este post va a dedicado a mi hija y espero que les guste.
El 23
de diciembre del año pasado mi hija amaneció un tanto decaída y todo lo que comía
lo vomitaba, yo pensaba que la pobre se sentía mal del estomago, pero al día
siguiente apenas se despertó empezó a botar flema y se le notaba que respiraba
raro, me tomo unos minuto ver que no era que estaba hiperventilando sino que le
estaba costando respirar, así que la lleve de emergencia a un ambulatorio y ahí
empezó nuestro recorrido.
En
el ambulatorio me dijeron que tenía una crisis de asma moderada a leve, y la tenían
que nebulizar, por suerte a ella ya antes la habían nebulizado y no se asusta
con la mascarilla ni con el ruido, pero igual todos se sorprendieron de cómo ella
se queda quieta mientras la nebulizan, después de esas nebulizaciones la
doctora que la vio me dijo que tenían que inyectarle hidrocortisona, mi hija no
se asusto con la aguja y hasta se acostó en la camilla, puso el bracito para
que la inyectaran, pero no se la pusieron porque a mí me dio un mal palpito y
me dije que si a mi hija eso le daba alergia ahí no la podrían tratar pues no tenían
casi medicamentos.
Me
la remitieron al hospital, ahí por suerte una enfermera tenía un medicamento intravenoso
distinto a la hidrocortisona, y así habían menos riesgo de una reacción alérgica,
mi hija entro a la enfermería acompañada por mi papa y no lloro cuando le
pusieron el medicamento por la vena, luego se dejo hacer las siguientes
nebulizaciones como que si fuera una niña grande, hasta la enfermera se sorprendió
de su valentía, pues aunque yo estaba a su lado hablándole y sosteniéndole la
manito, explicándole que le hacían, era la primera vez que la nebulizaban sin
estar sentada encima mío
Después
de ese tratamiento me dieron la mala noticia
que mi hija tenia era crisis de asma de moderada a severa, y que era
probable que en el ambulatorio la hubieran complicado dándole una dosis muy
fuerte para ella de medicamentos, así que mi hija se tenía que quedar
hospitalizada, y justo ese día me di cuenta que mi hija es más valiente de lo
que yo pensaba.
Luego
de llenar la hoja de ingreso, y llegar a la sala de hospitalización de
emergencia, le asignaron una cuna, luego la llamaron para ponerle una vía y así
no inyectarla cada 4 horas para ponerle el medicamento intravenoso, cosa rara
la enfermera dejo que me la sentara en la pierna, y le hablo de forma amable
diciendo lo que le haría, lo sorprendente de todo esto es que solo se quejo un
poquito con el pinchazo, pero no se quejo cuando le pusieron la vía, ni se movió,
por ese motivo la vía le quedo perfecta.
Cuando
regresamos a la habitación solo dijo que le dolía su manito, y pregunto si nos iríamos
a la casa, supondrán lo duro que es decirle a tu hijo que pasara navidad en un
hospital, pero ella no lloro, solo me vio y escucho la explicación, ese día le costó
un poco dormir porque no podía dormir con ella sino que tenía que estar en una
silla al lado de su cuna.
Al día
siguiente se animo con la llegada de santa y otros muñecos que fueron al
hospital a llevar regalo a los niños, ella saludo a todos y hasta le dio un
besito a santa, ella recibió una muñeca con algunas cositas para la cocina, eso
ayudo a que tuviera algo con que jugar, y ese día se porto excelente, recibía
su tratamiento como niña grande, y hasta le respondía a los doctores o
enfermeras todo lo que le preguntaban, solo se quejaba de su manita, que le dolía.
Al
otro día me entere que el cuadro de mi hija siempre fue crisis de asma severa,
lo cual indicaba que nos quedaríamos mas días, es mas ese mismo día nos
subieron a hospitalización a un cuarto un poco mas privado porque solo serian 4
cunas con una camita al lado para la mama,
cuando subimos mi hija se sintió más relajada pues ya podía estar fuera
de la cuna sin peligro de que se fuera a cualquier lado sin avisar, y ese día aun contra las normas
del hospital ella durmió a mi lado.
Los
otros dos días fueron demasiado sorprendentes para mi pues mi hija se dejo
hacer su primer examen de sangre y sin llorar, pero lo que más me sorprendió fue
que la misma enfermera me dijo que todos hablaban en el hospital de lo valiente
que era mi hija pues estaba aguantando todo como que si fuera una niña de 5 o 6
años, que les maravillaba como mi hija entendí las explicaciones de la
enfermera y hasta hablaba con ellas para contarles lo de su día, me dijo además
que era impresionante que no llorara cuando le saco la sangre y además añadió que
se notaba que mi hija no estaba engañada, es decir que yo ya le había avisado
lo que le harían, el porqué se lo harían, y que se notaba que no le decía una
mentira pues hasta le avisaba que algo le dolería o no.
El 28
de ese mes por fin dieron de alta a mi gorda, aunque le mandaron tratamiento
para la casa y ciertos cuidados, pero lo importante es que descubrí que mi hija
tuvo esa valentía porque confiaba plenamente en lo que yo le decía, porque se sentía
segura de que yo no le mentiría, sabía que habían cosas que le dolerían pero
eran por su bien, que ella estaba ahí era para curarse. Así que solo debíamos tener
paciencia pues es mejor aguantar unos días en el hospital hasta estar sano que
irse enfermo y estar regresando a cada rato al hospital
PD:
Le mandaron una placa, y el radiólogo se maravillo porque mi hija actuó de
forma muy colaboradora, agarro su placa, siguió las ordenes, y cuando todo
termino le dijo muchas gracias, pregunto si su muñeca necesitaba hacerse una
foto como ella y hasta le regalo un besito al radiólogo